Arte y maternidad: vientres en cerámica o “Moederkoek”
ENVIADO POR EL EDITOR EL Martes, 30/11/-0001 - 00:00:00 AMFarah Widmer*
La placenta es un órgano efímero que se desarrolla en el útero durante el embarazo, conectando el cuerpo maternal con el cuerpo fetal. La placenta separa los aparatos circulatorios, pero deja fluir el oxígeno y los nutrientes, removiendo también los desechos del feto. Es una barrera porosa, por eso en mi obra simboliza la intersubjetividad entre madre e hijo; las fronteras porosas entre dos seres humanos interconectados. Mi proyecto, Moederkoek (holandés para placenta, traducción literal “pastel de madre”) consiste en placentas cerámicas y una placenta en forma poema.
Cuando yo vi una foto de una placenta por primera vez me quedé impresionada, pero también conmocionada y sumamente conmovida. La forma, el color y la textura de este órgano me fascinaron y de inmediato me dieron ganas de replicarla en forma plástica; pero además de ese sentimiento, me impresionó el hecho de que sólo ahora, a mis 30 años, veía una placenta por primera vez. ¿Cómo era posible que una mujer bien educada, y además en países bastante progresivos como Suiza y Holanda, no sabía cómo se veía ese órgano? Mi proyecto entonces, no sólo se trata de la relación entre madre e hijo y la intersubjetividad, sino también tiene como propósito difundir y promover la educación sobre el aparato reproductivo femenino.
La cerámica es un material muy intuitivo, lúdico y maleable. Quien ha trabajado la arcilla reconoce el sentimiento infantil y táctil que produce este material con tan sólo tocarlo. Además de ser tan placentero, recreativo y moldeable, la arcilla también provoca en mí sentimientos maternales y divinos. Dios, según el Génesis, nos hizo de la arcilla. A la tierra se le llama “Madre Tierra” y, además, en varios idiomas el útero lleva el cognomento “horno”. En el horno la arcilla y el esmalte pasan por una metamorfosis fundamental, al igual que la metamorfosis que hace el óvulo en el útero hasta llegar a la bella creación de un bebé. Por las características también infantiles como maternales de la arcilla, me parece que es el instrumento perfecto para mi proyecto.
El poema “Placenta” es un poema sobre la relación entre mi madre y yo. Mi madre falleció hace poco. Teníamos una relación muy cercana. Ella era soltera y no me mandaba a la primaria por sostener una postura crítica contra el sistema escolar. Ella también tenía algunos problemas mentales, por lo cual, desde mi infancia, ella no sólo era mi madre, sino que también dependía de mí en muchos aspectos. Nuestra relación entonces era muy simbiótica, los límites entre su persona y la mía a veces eran muy borrosos, casi imperceptibles. Mi poema exige replicar la simbiosis y la separación que vivimos de forma lingüística, por eso, este poema empieza con frases como: “Tú”, continúa con frases donde prevalece un “Nosotras”, y con el tiempo se convierten en frases donde destaca un: “Yo”.
La exposición tendrá lugar en Ámsterdam en la galería “NDSM Fuse”[1] e incluirá workshops y lecturas expuestas por artistas, poetas, parteras, doulas, académicas y madres, incluyendo una lectura sobre la filosofía de la placenta dada por Rodante van der Waal, filósofa, activista y partera, así como una lectura a cargo de Cynthia Dorrestijn, una madre que tuvo una psicosis posnatal, durante la cual las fronteras, los límites y el espacio entre ella y su bebé se hicieron fluidos, diluyéndose como una placenta, rompiéndolo y uniéndolo todo a la vez, brindándole experiencias transformadoras. La exposición será especialmente adaptada para ser accesible para personas ciegas y con discapacidad visual.
Entre Nosotras (Placenta)
Tu
Mamá de sangre no te quería
Tu
Hermano pensaba que los bebés llegaban en avión de Swiss Air
Tú
En Pakistán, de niña, con un chofer,
un cocinero
un sirviente
dos sirvientes
Tú
En Suiza, de adolescente, sin palabras
sin lenguaje
Tú
En Suiza, de mujer, confundida, enojada
Tú
En Suiza, en protesta
Tú
En Suiza
Tú
Con una bebé
Tú
Sí me querías a mí
Nosotras
Nadando de un lado de la bahía hacia la otra
Nosotras
En un taxi sobre una carretera rota
Nosotras
Entre colinas verdes
Nosotras
En una calle en la India
Tú
Leyendo mientras cocinabas
Tú
Leyendo en un camión
Tú
Leyendo en la cama
Mi
Cabeza sobre tu hombro, ojos cerrados
Tu
historia en mi oído
Nosotras
Acostándonos a las cuatro de la mañana
Tú
Tenías miedo a la oscuridad
Tú
Demasiado cerca como para poder verte bien
Como una pintura vista con el ojo contra el lienzo
Sólo colores vibrantes
Más cerca
Sólo oscuridad
Yo
Con un puño que me dolía
Tú
Con un ojo negro
Nosotras
En un camping
Tú
Pidiéndome ayuda
Nosotras
En la orilla del mar
Nosotras
En un río entre montañas, teniendo frío
Mi
Mano en la tuya
Nosotras
Sentadas en una mesita
Tomando café
Tú
Leyendo en la cama
Yo
En Ámsterdam
Tu
Voz en un aparato diciéndome que no me preocupara
Tú
En una cama en un hospital
Tú
“Eres mi todo”
Nosotras
En un sillón
Tu
Cabeza bajándose lentamente mientras
Yo
Te contaba una historia
Tú
En el suelo de la cocina
Tu
Cabeza en mis manos
Nosotras
En dos camas en un hospital
Tu
Mano en la mía
Tú
Ya no diciendo nada
Mi
Mano sobre tu mejilla
Tu
Piel muy diferente
Yo
En un tren
Yo
En una cama desconocida
Yo
Entre caras vacías.